Por Carlos Valdes / @valdes_carlos
La ciudad de Monterrey, esta semana despertó diferente, con un aire de emoción y tensión digna de un enfrentamiento entre los 2 equipos regiomontanos, el clásico norteño, el juego en el que nunca existe o importa el “cómo”, sino el “qué”; aquí lo que se valora y queda enmarcado en la historia de cada batalla, es resultado obtenido; no se califica la elegancia, la belleza, el estilo o el parado, se recuerdan las victorias y lo que hayan significado en su momento.
Nuevamente se enfrenta el Monterrey, a ese equipo por el que Sinergia Deportiva paga un alquiler, y otra vez, en una instancia definitoria; nada nuevo para estos añejos rivales, con 3 liguillas en la bolsa de experiencia y con un sinfín de momentos llenos de pasión, nos llegan los clásicos 107 y 108 en cuartos de final.
La historia de encuentros definitorios entre estos 2 equipos es aplastante, demoledora y absolutamente clara, hasta ahora, el Monterrey ha resultado vencedor las 3 veces que ha jugado el clásico en liguilla, 2 semifinales y cuartos de final. Algo indescriptible pasa en los momentos de mayor tensión, que el destino hace que la balanza siempre se incline a favor del equipo con más historia en Nuevo León.
Quizá porque reviven los espíritus futbolísticos de Milton Carlos, Bertocchi o Magdaleno Cano; quizá sigue allí, impregnada en el ambiente, la magia con la que convertía Bahía, la garra incansable de Rafael “Jalapa” Ortega, la personalidad arrastrante de Rubén Ruiz Díaz o quizá porque no ha logrado irse de la ciudad la mentalidad ganadora de Daniel Alberto Passarella, tal vez, el juego divino del Guille Franco sigue rondando las canchas o la capacidad extraordinaria y de otro paneta de hacer goles de Humberto Suazo nos sigue acompañando y la experiencia y liderazgo de Pablo Rotchen sigue comandando al equipo. No sé describir ese fenómeno que se origina, pero al equipo de alquiler, le aturde enfrentar al Monterrey en estas instancias, no le permite ordenar sus ideas y le provoca realizar acciones absurdas (Kleber, Dautt, Piloto, Claudio Suárez, etc.), en cambio al Monterrey, le genera esa inyección de poder y superioridad, que ha quedado plasmada en los anteriores juegos clave.
Rayados jugará con todo a su favor, con todos los monstruos que ya han defendido a la institución en este tipo de enfrentamientos, jugará con la hinchada en su espalda, jugará con el Gol de Dautt, con el 4-1, jugará con el pie de D10s, con el gol de Suazo, con la rebanada de Piloto, con el gol de Álex Fernandes, con el penal convertido por Lucho… jugará, con la historia a su favor.
¡Hasta la próxima!
