Por Carlos Valdes / @valdes_carlos
El próximo 10 de Julio, el aficionado rayado, podrá ver en la cancha del BBVA al histórico goleador rayado, Humberto Suazo Pontivo, exjugador bajito de 1.71. Se dice que nació San Antonio, Chile, aunque también se rumora que viene del planeta del gol; aunque lo único seguro, es que tiene dentro de sí, un corazón regiomontano que fue adoptando paso a paso, día a día y batalla a batalla que vivió con el club de sus amores, el Monterrey.
De trato difícil, con un estado de ánimo voluble, poco accesible a los medios de comunicación y tímido al momento de declarar en el micrófono; pero desinhibido en la cancha, voraz, feroz y con una clase interminable dentro del rectángulo verde.
Aunque una parte de la fama de éste depredador chileno, se dio en los medios, con su difícil proceso de adaptación al equipo y al futbol mexicano, con su partida a España después de ser campeón, con su momento de protesta entrenando en las filiales o incluso, con su salida rodeada de nubes negras que le empañaban su desempeño. Con todo y esto a cuestas, el 26 rayado, será recordado siempre por lo que con su magia provocaba en los partidos. ¿Quién como Suazo? Hasta el día de hoy, en la historia del Monterrey, nadie.
Cuando la historia avance y los años nos lleguen, tendremos la oportunidad de contarle a las siguientes generaciones de rayados, que fuimos testigos de las grandes hazañas del san antonino y desafortunadamente para las camadas de jugadores que lleguen a la institución, siempre contarán con el “Estándar Suazo” el cual les resultará, prácticamente inalcanzable. Quizá nos convertiremos en jueces demasiado estrictos con lo que llegue al equipo, bajo el argumento: “Es que no viste jugar al Chupete” y todos esos argumentos serán perfectamente justificados por lo que dejó el astro para nuestro equipo.
Suazo y el Monterrey se hicieron uno para el otro, con sus actuaciones, generó una conexión natural con su hinchada, conexión establecida con goles en los momentos decisivos del equipo y no con señales para la barra, levantando copas nacionales e internacionales y no con declaraciones vagas de amor en su país.
Así, gol a gol y triunfo a triunfo, Humberto Suazo está convertido hoy, en un goleador de culto, con sus 121 goles encima, todos los rayados que tuvimos el privilegio de verlo jugar con el Monterrey, podemos estar agradecidos con la vida y con el fútbol, por habernos permitido gritar cada uno de sus goles. ¿Tú cuál gol gritaste más? Quizá el de la remontada al Cruz Azul, el del título contra Santos, podría ser el de nuestra primera concachampions o el del clásico de liguilla. Tantas obras de arte que nos ha dejado este goleador de raza, este genio del balón, valdrán la pena recordarlas este 10 de Julio, día en que el Club de Fútbol Monterrey y su hinchada, le rendirá homenaje al jugador más decisivo en la historia de esta ciudad.
Gracias por tanto Chupete, gracias por darnos tantos motivos para abrazarnos en las gradas.
¡Hasta siempre!
